Cuatro meses antes del comienzo de los Juegos Olímpicos (8 de agosto), el clamor de los activistas está poniendo a los patrocinadores olímpicos en una situación difícil. Es posible que los más grandes (empresas como Lenovo, Coca-Cola, McDonald's y Volkswagen) no logren recuperar sus cuantiosas inversiones. Pero a pesar de las críticas, parece que han decidido no irritar al gobierno chino y mantener su apoyo a los Juegos, considerando que China es un mercado gigantesco y la economía con más crecimiento del mundo. En su decisión parecen pesar también las diferentes percepciones de la situación en China, donde el apoyo a los Juegos es masivo, y en Occidente, donde la opinión pública es muy crítica con los abusos de los derechos humanos.
Aunque en otras Olimpíadas no ha faltado la controversia, los activistas acudían a Naciones Unidas o al Comité Olímpico. Pero esta vez se están dirigiendo también a los patrocinadores. El blog se hacía eco de la situación ya el 26 de marzo.
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