Por otra parte, corremos el riesgo de estar siempre distraídos. El impacto en la familia, la amistad y el entorno profesional son considerables. Una persona siempre distraída no puede ser productiva ni hacer un buen trabajo. Las conversaciones de la red deben ayudar las conversaciones fuera de la red y potenciarlas, no sustituirlas.
Tenemos que lograr que las tecnologías de la comunicación estén de verdad al servicio de las personas. El asalto a la atención es formidable: es necesario resistir. Si no estamos más atentos, no podremos emprender proyectos que tengan calado y puedan ayudar a otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario