La misma cuestión late en el best seller de Michael M. Lewis, Moneyball (2003) que narra cómo Billy Beane cambió el destino de los Oakland Athletics, un equipo de béisbol, a base de estudiar sus estadísticas. La historia se llevó al cine en 2011 en una versión protagonizada por Brad Pitt.
Investigadores, gurús e instituciones tratan de averiguar qué va a ocurrir. No podemos ignorar que la información es poder: las herramientas para reducir riesgos en las decisiones y prever escenarios inesperados o de crisis pueden ser especialmente valiosas. La estadistica puede tener mucho que decir.
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