La fortaleza de esta empresa que crece en la crisis se basa en los precios bajos y el control de costes. Conocida por sus políticas de austeridad, ha ahorrado 2.200 millones de euros desde 2009. Sus marcas blancas suponen ya el 38% de las ventas.
Mercadona apuesta por sus 70.000 empleados (ha contratado 6.500 en el último año). Ofrece contratos de larga duración y más formación. Su nivel de rotación de empleados es apenas del 4% al año y nunca ha llevado a cabo despidos masivos. Sus trabajadores son más productivos: las ventas por empleado son un 18% mayores que las de sus competidores. También logra que sus empleados trabajen más horas. Mercadona destaca por el afán con que busca el feedback de los consumidores.
En España seguimos en la crisis (y seguiremos en 2013). Mercadona enseña que se puede lograr el éxito desde la austeridad, y que los empleados motivados mejoran su rendimiento. Reducir la formación para controlar gastos, o basar el control de costes en los despidos puede ser una mala decisión. Tenemos buen capital humano, pero a veces falta decisión para transformar la economía, invertir en formación, trabajar más intensamente y superar inercias burocráticas. Mercadona y su receta pueden servir como inspiración para acometer cambios que ya no se pueden aplazar. Y es que una forma de
afrontar la crisis es aprender de los que prosperan a pesar de las dificultades.
MÁS EN:
http://www.economist.com/node/18775460
http://online.wsj.com/article/SB10000872396390444592704578066803363005258.html
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