Los que estudiamos la comunicación nos sorprendemos con frecuencia de la dificultad de ponerse de acuerdo y comprenderse. Comunicar parece una tarea abocada al fracaso: vivimos al filo de la desconfianza. Pocos conflictos son más paradigmáticos en este sentido que el que separa a Israel y Palestina. En Tierra Santa existen muros físicos. Pero los muros mentales parecen aún más infranqueables.
El viernes, ante la expectación de medios de todo el mundo, Mahmud Abás (o Abu Mazen), entregó a Ban-Ki-Moon una carta solicitando el reconocimiento de Palestina como estado, y se dirigió a la Asamblea General de la ONU. Sus palabras tuvieron ecos de los esperanzadores acontecimientos de los últimos meses en el mundo árabe: “permitamos una primavera palestina para vivir una vida normal como el resto del mundo”.
La apuesta estratégica de Abás, un veterano político de 76 años, pone a la defensiva al gobierno de Netanyahu y a la Administración Obama. La carta y el discurso han fortalecido su posición tanto dentro de Palestina (donde Hamas le acusa de debilidad) como ante la comunidad internacional. Dice contar con los votos necesarios para lograr su objetivo y ha forzado una votación en el Consejo de Seguridad. Ahora, el “cuarteto” que forman Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia, y la ONU, busca que Palestina e Israel negocien.
Los últimos días aportan interesantes lecciones sobre comunicación, sobre el valor del diálogo y los símbolos, o la oportunidad de buscar el momento adecuado. Para Abás, ha llegado "la hora de la verdad". En todo caso, resulta reconfortante escuchar palabras como “levantemos puentes de diálogo y no muros de separación”. Regresar a la comunicación abierta y las relaciones de confianza es lo más humano y también lo más práctico. Naturalmente, habrá dificultades. Pero las grandes metas requieren estrategias audaces.
MÁS EN:
http://www.unav.es/informacion/articulos-de-opinion/apuesta-abas
http://www.bbc.co.uk/news/world-middle-east-15045011
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