1. Identifica lo que sólo tú puedes hacer. Observa tu plan de trabajo para ver qué tareas, proyectos o funciones requieren tus capacidades o tu nivel de autoridad.
2. Ordena el resto de actividades para decidir qué tareas pueden hacer bien los demás o cuáles requieren “coaching”.
3. No dejes las tareas que más te divierten incluso si las pueden hacer otros. Delegar debe incrementar tu satisfacción en el trabajo, no disminuirla.
La falta de delegación te aboca a la ineficacia (y, posiblemente, al agotamiento). Si sabemos delegar seremos más productivos, lograremos sacar adelante más proyectos…y seremos más felices. También tu empresa lo agradecerá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario