Por una parte, algunos parecen refugiarse en el automatismo de las relaciones virtuales para soslayar la conversación personal. A veces, son personas aisladas, con escasa empatía y competencia social. La comunicación digital puede favorecer su soledad.
Por otra, se incrementa el número de amistades y se intensifica el contacto con personas que tenemos más cerca, con familiares, amigos y compañeros de trabajo. ¿Estamos más solos o más acompañados? De alguna forma, el aislamiento es un un termómetro de que la comunicación no funciona. Si usamos bien las tecnologías digitales, nuestra cercanía con los demás se incrementará.
¡Felices vacaciones de Semana Santa para todos los lectores!
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