La “nube” almacena gran cantidad de información personal y profesional. Con frecuencia hemos perdido la pista de esos contenidos (vídeos, textos, fotos), pero están allí y pueden reaparecer (a veces en las manos equivocadas). No conservamos la
caja de cartas con nuestras palabras e imágenes: hemos perdido la
memoria y
la capacidad de archivo.
A la vez, en ocasiones nos gustaría borrar el
historial online: algunos proponen un
derecho a ser olvidado.
Vamos, que necesitamos poder archivar y también poder borrar...
Paradojas de la comunicación digital.
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