Bob Bozen continua su serie de artículos sobre productividad personal con un
post dedicado a las reuniones, esa actividad tan frecuente, que amenaza con llenar nuestro día y limitar nuestro rendimiento. Bozen aporta algunos consejos conocidos: limitar su tiempo, invertir en la preparación, enviar previamente materiales, crear un clima de participación, repartir tareas al final... y lanza una propuesta definitiva: acabar con el powerpoint. Para el autor, esa conocida aplicación de Microsoft, constituye el eje de todos los problemas: con frecuencia impide la reflexión, encubre la preparación y hace las reuniones menos efectivas. Un simple consejo que habría que atreverse a poner en práctica.
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