De modo creciente, los consumidores no compran sólo mercancias; buscan también sentido: valores que transciendan la propia compra a través de la ecología, la solidaridad, la ayuda social... Por eso, las marcas se animan a ofrecer también –junto a sus productos y servicios– la promoción de causas: basta entrar en Facebook estos días para recibir una sencilla invitación a cambiar el mundo; o visitar la web de Starbucks para descubrir la determinación con que ha decidido unirse a RED, la iniciativa de Bono para salvar vidas en África ¿Una simple estrategia comercial? Parece ir más allá, porque no hay duda que las marcas están en un mundo necesitado de reajustes, los consumidores están preocupados y apostar por el puro intercambio ecónomico se queda, en nuestros días, un poco corto.
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ResponderEliminarCierto!
ResponderEliminarAlgo sencillo, pero que me sorprendió en esta línea fue lo siguiente. En un Starbucks de Madrid, en el mueble donde tienen el azucar, la canela, las servilletas de papel, y pequeños folletos tenían un de estos titulado "La familia y la lectura", que explicaba como inculcar hábitos de lectura desde pequeños. Detrás de dicho tríptico, aparecía el logo de otra institución.
Ni vendían libros, ni te decían ven a leer a Starbucks ni nada parecido. Mostraban compromiso con dos causas: Familia y Lectura.