En ocasiones, hablamos de la
crisis de la economía y de la política. En los medios también tenemos nuestra
crisis, y es una crisis severa. Es una crisis publicitaria, de ventas y financiera. Pero sobre todo de contenidos, confianza y credibilidad.
Una de las formas de afrontar la crisis es aprender de medios que prosperan a pesar de las dificultades. Los medios excelentes “nadan
contra corriente”: alimentan contenidos que no puedes encontrar en otra
parte.
Hay algo que la
transición digital no cambia: la necesidad de
elaborar contenidos memorables. Contenidos que aportan valor a los públicos (lectores, oyentes, espectadores) y
la sociedad. Contenidos realmente diferenciados que merecen, al menos, el tiempo y la atención de los lectores.
El salto a las
plataformas móviles, que ponen el mundo en "la palma de nuestra mano" (como le gustaba decir a D. Alfonso Nieto) es
la siguiente gran frontera. Los “iPads”, los “smartphones” y los “tablets” provocarán “bajas” en el mercado. Pero la transición digital es buena para
los consumidores y mejorará la industria de los medios.
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