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En cualquier caso, la Casa Real va camino de convertirse en otro caso paradigmático de institución que es incapaz de adaptarse a los medios. En la era de la transparencia y la comunicación abierta los ciclos de noticias se suceden y el silencio no resuelve los problemas sino que los agrava. Las cosas se pondrán peor. En el pasado, las dificultades se resolvían -aparentemente- callando o hablando de otras cosas (y a veces también con el secreto y el ocultamiento). Ya no. Esta crisis es un reto de comunicación formidable, que el silencio o las “maniobras de distracción” no arreglarán. ¿Tan difícil es pedir perdón? Cada día que pasa es un día perdido.
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http://www.casareal.es/
Parece que ha escuchado...
ResponderEliminarIncreíble sentido del timing...Puede ser el principio de la modernización, pero vaya desafío
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