Estamos permanentemente conectados al mundo con el "móvil inteligente", Twitter, Facebook, el e-mail. Necesitamos estar en la red para acompañar amigos y familiares, o mantener el contacto con redes profesionales. Pero la conexión permanente también genera inquietudes. Por eso, algunos proponen la “desconexión” y un estilo de vida más slow, que aproveche más mensajes y contenidos, y encuentre espacios de amistad y descanso, “desconectando para conectar”.
La desconexión resulta más valiosa cuanto más "inalcanzable" resulta.
En realidad, el que necesite estar siempre conectado no podrá poner en marcha proyectos con cierto calado y, abocado al flujo continuo de las novedades, reducirá su productividad y eficacia.
MÁS EN:
http://www.aceprensa.com/articles/paradojas-de-la-comunicacion-digital/
http://www.mercatornet.com/articles/view/paradoxes_of_a_wired_world
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