Al mismo tiempo, la rapidez contribuye a errores de bulto y al deterioro de los textos; ayuda a extender rumores que pueden ser letales para la reputación; dificulta la verificación y el control de calidad de los contenidos. En la red, todos son "periodistas", pero pocos son "editores".
La velocidad es crucial, pero conviene evitar la precipitación. Necesitamos precisión y calidad. Seguimos hablando sobre estas paradojas tan relevantes en http://twitter.com/search?q=%23paradojascomunicaciondigital.
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