Whitney Johnson recuerda una experiencia habitual en los que presentan. Cuando el centro de las presentaciones es uno mismo, y lo que nos preocupa es "¿qué tal lo he hecho?" "¿sueno bien?" o "¿os he gustado?",
los nervios toman las riendas. En cambio, cuando el eje de la presentación es la audiencia y sus necesidades, somos capaces de
romper el guión y la comunicación es fluida.
Tenemos que ir bien preparados a la presentaciones, pero sin olvidar que no somos lo fundamental. Como dice Johnson, la esencia de una presentación es la
conexión, no la
perfección.
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http://blogs.hbr.org/johnson/2011/02/the-essence-of-a-great-present.html
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