Procter & Gamble y Unilever pasan una época difícil, según cuenta The Economist (16 de octubre). Se pensaba que los bienes de consumo básico soportaban mejor las crisis: en la recesión los consumidores no buscan relojes Cartier, pero siempre necesitarán detergentes, se decía...Pero los consumidores encuentran modos de ahorrar incluso en las supuestas necesidades. Compran menos y de modo más selectivo. Adquieren paquetes más pequeños, que son más baratos; o envases más grandes, que ofrecen más valor. Muchos buscan ofertas en Internet. Unos acuden a marcas blancas; otros buscan marcas más baratas entre las ya conocidas. Es una auténtica revolución de los mercados occidentales, donde se respira un clima de frugalidad. Para pensar en el tono de los mensajes y la siempre necesaria conexión con las necesidades de la audiencia.
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http://www.economist.com/node/17258888?story_id=17258888
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