Una investigación recién publicada por el Wall Street Journal llega a la conclusión de que el tracking online en EE.UU. es más intensivo con el target infantil y juvenil que con el adulto. Para ello, se han revisado las 50 páginas web más visitadas por los menores, y se ha comparado el rastreo que se hace de ellas con las 50 páginas top entre el público general. En suma, se han encontrado más herramientas de seguimiento en el primer caso. Además, se comprobó que algunos sitios web incluso contenían vínculos a otros sitios pornográficos. A raíz de esta investigación, el artículo subraya la necesidad de desarrollar una regulación específica que proteja a los menores ante este tipo de herramientas. Se trata, sin duda, de un problema complejo que requiere debate. Por cierto: a propósito de esta noticia, el equipo del WSJ nos deja un interesante vídeo en el que se explica el funcionamiento básico de las cookies y el tracking online con fines publicitarios.
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