Aunque pueda parecer sorprendente, Tony Schwartz está empeñado en demostrar que la distensión, el bienestar y la relajación en el trabajo son más beneficiosos para la productividad que la presión y la exigencia. Schwartz, director del
Energy Project, acaba de publicar "The productivity paradox: how Sony Pictures gets more out of people by demanding less", donde relata algunos casos de empresas que han optado por políticas amables de gestión de personal que han redundado en mejores resultados. La clave pasa por cambiar el foco: de intentar, simplemente, sacar más partido de la gente a centrarse en invertir en sus cuatro necesidades principales:
physical health,
emotional well-being,
mental clarity y
spiritual significance. Un artículo que da interesantes pistas para trabajar mejor y vivir mejor.
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