Para muchos, la opción más clara de supervivencia para el periodismo impreso es el mercado local; inspirado en esta idea, el grupo checo PPF acaba de lanzar una serie de caferías que... imprimen sus propios periódicos. Los establecimientos son un híbrido entre café y redacción de periódico, y esperan reunir tanto lectores como consumidores, atraídos por la fuerza de la noticia local. Los bajos costes de producción, el atractivo de la cercanía y el tradicional entendimiento entre cafés y periódicos juega a su favor, en un intento de recuperar las audiencias a base de conectar con las preocupaciones de público local. Lo pequeño es hermoso, también para la prensa. Veremos en qué acaba el experimento, que empieza a tomar forma de tendencia.
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