Ante este discurso, nos preguntamos si habremos corregido los excesos que nos llevaron a la recesión. Intuimos que esta crisis ha sido transformadora, que las cosas ya no serán como antes. En el mejor de los casos, estos años de crisis nos han enseñado algo sobre austeridad, ahorro y trabajo y han provocado la “destrucción creativa” de prácticas insostenibles. Hemos aprendido a fomentar la riqueza real (la que crea empleo) y no sólo la financiera; a gastar menos de lo que ingresamos; a sentirnos responsables de los demás, buscando el bien común y la solidaridad. Hemos salido de la siesta colectiva y el “botellón mental”, volviendo a la senda de la innovación.
La crisis ha sido “ecológica”: ha limpiado un poco un ambiente enrarecido y nos ha ayudado a tomar medidas contra la "contaminación". ¿O volveremos a tropezar en la misma piedra?
Yo creo que no hemos aprendido nada de la crisis...
ResponderEliminarSi volviera el progreso cometeríamos los mismos errores desde el primer día.