Los innovadores experimentan más fracasos que "victorias", porque la creatividad suele ir de la mano de la productividad, de la cantidad de ideas. Es decir, para lograr más éxitos hay que fracasar más. Los mejores jefes saben transmitir que los fracasos son consecuencia del riesgo y toleran los errores. De hecho, perdonarlos es fundamental para lograr seguridad y aprendizaje en los empleados.
Pero no se trata de perdonar...y olvidar. Los mejores jefes perdonan y recuerdan, porque los errores no se deben repetir: es necesario aprender de la experiencia y ayudar a que los demás aprendan con ella.
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