En realidad, TED no parece Harvard, Princeton o Yale. No tiene edificios, ni concede títulos académicos. Pero si una Universidad comenzara ahora trataría de reunir las mejores mentes. Elegiría sus cursos estratégicamente, centrándose en lo más nuevo y original, en lugar de ofrecer cursos sobre todos los temas posibles. La infraestructura tecnológica sería más importante que la física. Chris Anderson habla de TED como un "aula global" y ha conseguido formar una "red" de excelentes conferenciantes, la élite de los que quieren difundir sus ideas. Un artículo interesante para pensar el futuro de la formación.
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http://www.fastcompany.com/magazine/148/how-ted-became-the-new-harvard.html
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