Muchas personas padecen los efectos del exceso de mensajes de correo, redes sociales, voz...Peter Bregman da algunos consejos para manejar la situación, y explica que en ocasiones no nos responden por buenos motivos. Enfadarse y presionar para que contesten no va a facilitar las cosas: todos recibimos más mensajes de los que podemos gestionar. Vale la pena esperar, ser más creativos, compartir intereses para ir creando una relación... Otro interesante caso de educación de las emociones en el trabajo.
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http://blogs.hbr.org/bregman/2010/01/when-your-voicemails-and-email.html
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