Lo que nos temíamos está sucediendo: la crisis llega a China, donde la caida en la importación está haciendo estragos en los sectores industriales y de consumo, con su consiguiente reflejo en el crecimiento económico y en las cifras de desempleo, en continuo crecimiento durante los últimos meses. Una clara desaceleración –ha pasado del 12 al 5% este último trimestre– que sorprende por su rapidez y amenaza con continuar.
En el sector de la publicidad, donde las expectativas de crecimiento estaban puestas en el gigante asiático, es fácil que la crisis se agudice, sobre todo para los grandes grupos: tal como están las cosas en occidente, si China estornuda, todo se tambalea.
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