Aunque la compañía de la manzana sólo ha sido anunciante del año en una ocasión, su creatividad, campañas, innovación en producto, la fidelidad de sus clientes... y su crecimiento le han hecho merecedor de un galardón que apenas nadie discute. Apple comenzó la década con el lanzamiento del iPod en 2001, continuó con el iPhone en 2007, cerró con el iPad hace unos meses y ha conseguido sorprendernos sucesivamente con productos que no solo han generado ventas, sino que han cambiado las reglas del juego. Una empresa, difícilmente imitable, pero que proporciona muchas lecciones que aprender.
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