Tony Schwartz escribe sobre un antiguo dilema: ¿talento o trabajo? En realidad, somos lo que hacemos repetidamente. El talento o la genética no son decisivos: resulta más valioso el esfuerzo, lo que algunos autores llaman "práctica deliberada". Lograr la excelencia profesional pasa por ir más allá de las "zonas de confort", superando luchas, frustraciones, fracasos y obstáculos. Entre otras cosas, Schwartz destaca la necesidad de hacer primero lo que más cuesta (porque los que retrasan las gratificaciones son más eficaces), o buscar el consejo de expertos. Y es que, como explica el libro de Geoffrey Colvin, el talento está sobrevalorado (
Talent is Overrated, Portfolio: New York, 2008). Para seguir pensando sobre el trabajo.
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http://blogs.hbr.org/cs/2010/08/six_keys_to.html
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