Para concretar la autoevaluación y ponerla por escrito, Daniels propone reflexionar sobre motivos, convicciones y acciones; pedir consejo; reconocer con honestidad errores y fracasos; anotar los objetivos conseguidos; detectar en qué se ha progresado. En general, conviene pararse a pensar: ¿cómo mejorar? ¿soy realista sobre mis capacidades? ¿he caído en hábitos improductivos? ¿tengo problemas de genio, falta de implicación, optimismo indebido o nerviosismo innecesario? ¿estoy aprovechando fortalezas y corrigiendo debilidades? ¿estudio mucho a los competidores y clientes pero analizo poco mi interior? Excelentes preguntas para conocernos más a fondo y rectificar el rumbo.
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http://blogs.hbr.org/cs/2010/09/for_a_better_career_outlook_lo.html
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