La creatividad está en todas partes: desde la gestión de las empresas al desarrollo, diseño y creación de marcas. La creciente competencia y la “volatilidad” de las TIC exige que las empresas protejan sus “creaciones”. El poder de las grandes ideas es bien conocido: la imaginación, la gestión del capital intelectual, los modos de motivar y recompensar a los creativos, los rápidos ciclos de vida o las respuestas a errores y éxitos, se han convertido en asuntos vitales. Las empresas se han hecho más dependientes de la creatividad.
La creatividad depende del talento. Por eso conviene asignar a las personas las misiones que les permiten desarrollar sus conocimientos y despiertan su motivación intrínseca. Conocer el talento de que se dispone es vital: de hecho, conocer las personas y ponerlas en su lugar es posiblemente la principal tarea del directivo.
Pero tu satisfacción en el trabajo no sólo es cuestión de dirección. La satisfacción en el lugar del trabajo depende también de ti. Por desgracia, bastantes personas tienen trabajos que les dejan desmoralizados y frustrados. Para evitar (o remediar) situaciones profesionales infelices e improductivas hay 3 ingredientes que no deben faltar:
1. Haz lo que te gusta. Si lo que más te gusta es útil, debería ser parte de tu trabajo.
2. Haz lo que haces mejor. Muchas personas pasan años tratando de mejorar áreas en que son débiles. Centra tus energías en dominar lo que se te da bien.
3. Haz lo que sea valioso para tu empresa. Piensa cómo tus fortalezas sirven para mejorar la empresa o el equipo. El compromiso con una misión es fundamental: mejora el rendimiento y la satisfacción.
No faltarán quienes intenten que te dediques a otras cosas. Pero el trabajo es demasiado importante para ser fuente de frustración y aburrimiento...Debe ser, en cambio, fuente de realización y felicidad. De ti depende.
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http://web.hbr.org/email/archive/managementtip.php?date=033011
http://c4etrends.blogspot.com/2011/03/los-3-ingredientes-de-la-satisfaccion.html
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