Casi una semana después de nuestro post, los problemas de Toyota se aceleran hasta el punto de el caso se considera ya casi tan paradigmático como el de Tylenol. El Presidente Akio Toyoda tuvo que romper (con retraso) su silencio, y surgen problemas mecánicos en el Prius. Mientras tanto, los expertos analizan el daño a la reputación de la empresa, que costará mucho reconstruir. Otro ejemplo de cómo el silencio tiende a empeorar las crisis.
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http://www.nytimes.com/2010/02/08/business/global/08recall.html
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