Pero, curiosamente, la raíz de su fuerza no reside en sus especiales cualidades, sino en su capacidad para conseguir el apoyo de otros.
La resilience –mal traducida al castellano como "resiliencia"– acompaña a todo trabajo relacionado con la experimentación, la innovación o la creatividad, necesariamente relacionados con el riesgo, el fracaso y la dificultad. Porque no se puede descubrir lo nuevo sin probar rutas equivocadas.
Una cualidad que capacita para recuperarse de los reveses, ver el sentido positivo de las cosas, sacar energía de los fracasos, aprender de los errores... y que, como apuntan los hermanos Kelley, raramente se sostiene sin ayuda. Porque es difícil innovar, si estás solo.
MÁS EN:
http://www.psychologytoday.com/basics/resilience
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