¿Contribuye la crisis económica de muchos medios a que
los contenidos toquen fondo? En una industria casi arruinada, medios de todos
los colores y tendencias parecen desesperados por lograr lectores a cualquier precio. Los estándares de calidad se desploman. Y aunque se supone que la meta es lograr la atención, los públicos continúan su huida. ¿Hay alternativas a este círculo vicioso?
Pensamos que sí. Siempre hay hueco para el periodismo de calidad: el
que dice qué es importante, el que sirve al bien común, el que aporta fuentes con especial valor y
ayuda a seleccionar…La transición digital y móvil o los problemas
económicos no cambian lo esencial: la necesidad de contenido memorable.
Por el contrario, el periodismo que repite noticias de ayer, que se
lanza en pos del entretenimiento, difunde propaganda o busca el mínimo
común denominador es fácilmente sustituible. Ese periodismo está
seriamente en peligro: la crisis y la transición digital y móvil
acelerarán su declive. En cambio, el buen periodismo tiene nuevas
oportunidades: puede llegar a nuevos públicos, a audiencias que se
mueven. Los desafíos de la sociedad y la cultura piden la mejor versión del periodismo: la que no tiene sustitutos.
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