Es interesante volver con frecuencia a ese "ADN", a los fundamentos irrenunciables, tratando de responder preguntas de fondo como ¿qué sentido tiene trabajar aquí? Pensar colectivamente los principios fundacionales y adaptarlos a contextos cambiantes es una práctica valiosa en cualquier organización.
Las instituciones o las marcas hacen muchas cosas. Pero su identidad garantiza la unidad en la diversidad (a veces, la multiplicidad) de proyectos y actividades que llevan a cabo. ¿Tenemos clara la esencia de la organización? De lo contrario, será difícil ilusionar a las personas con sus valores y diferenciarse de los demás. Esta entrevista con Howard Schultz (CEO de Starbucks) que publicamos hace unos meses en el blog de libros proporciona pistas interesantes.
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