Ayer tuve ocasión de hablar con un grupo de antiguos alumnos de la Universidad de Navarra en Barcelona sobre el cambio en la industria de los medios. Como dice Picard, el gran desafío de las empresas en la industria de los medios no es el dinero, sino el cambio y la incertidumbre. Las empresas no pueden pensar que dentro de 2 años seguirán haciendo lo mismo que ahora. Parte del liderazgo en los medios es lograr que la gente esté deseando adoptar las tecnologías y deje de verlas como una amenaza. Ahí van 9 ideas para el cambio.
1. Invertir en formación. National Public Radio (NPR) figura en las listas de empresas admiradas por innovar. NPR puso su dinero y el de varias fundaciones para formar 450 redactores para contar historias interesantes en el mundo digital, y pagaba a sus empleados por dedicar tiempo a aprender.
2. Aprender de Google. Google se ha dado cuenta de la necesidad de ser más rápidos que el cambio. Google aspira a poner en marcha una empresa que evolucione a la misma velocidad que la red, una empresa verdaderamente adaptable. De este modo, fue incorporando ventajas a su modelo, manteniendo la innovación.
3. Ir “contracorriente”. La innovación permite a compañías con larga trayectoria superar situaciones de crisis o recesión del sector, e ir contracorriente, manteniendo sus señas de identidad. Un buen ejemplo es The Economist, fundada en 1843. El "nicho" que ocupa le ha permitido cobrar suscripciones caras y, a diferencia de sus competidores, no ofrecer descuentos.
4. Iniciar “revoluciones mentales”. La caída de los costes de comunicación y la globalización abren la industria a competidores con costes muy bajos. Los editores necesitaban una red física de distribución: los bloggers, no. Los innovadores tienen que dejarse aconsejar por personas que, como ha escrito Hamel (2009), “nunca han aprendido lo que se supone que no deben hacer”.
5. Mejorar el marketing y la publicidad. Los anunciantes exigirán más conocimiento de su público objetivo y esperarán respuestas más precisas sobre la eficacia de sus campañas. Vender espacios no será suficiente: hará falta poner en marcha sofisticadas organizaciones de marketing para servir mejor a los anunciantes.
6. Generar experiencias novedosas. Las experiencias han estado siempre en el eje del entretenimiento, desde las obras de teatro y los conciertos a las películas y series de televisión. Los medios, atrapados en la sabiduría convencional de sus mercados, no ofrecen sorpresas, dentro de un menú previsible donde los éxitos se repiten de manera sistemática. ¿Dónde está el Starbucks de los medios?
7. Difundir en múltiples plataformas. Lost es, sin duda, uno de los grandes éxitos de la industria del entretenimiento en los últimos años. A pesar de ser una serie de televisión convencional, aprovechó como pocas la distribución de DVD y el universo de Internet. Las descargas y los "spoilers" fueron herramienta obligatoria para seguir la serie.
8. Aprender de las redes sociales a fomentar la participación. Facebook, Twitter o YouTube nos dicenque el vídeo es imprescindible. Nos indican que los ciudadanos se han convertido en productores de contenidos, dando nuevo énfasis a la participación, la comunidad y la colaboración. Los medios pueden y deben aprender.
9. Ir por delante con contenidos que ennoblecen. Los medios tienen responsabilidad social, deben "construir" su comunidad y dignificar las conversaciones y debates públicos. Los comportamientos degradantes y "amarillistas" están "out".
1. Invertir en formación. National Public Radio (NPR) figura en las listas de empresas admiradas por innovar. NPR puso su dinero y el de varias fundaciones para formar 450 redactores para contar historias interesantes en el mundo digital, y pagaba a sus empleados por dedicar tiempo a aprender.
2. Aprender de Google. Google se ha dado cuenta de la necesidad de ser más rápidos que el cambio. Google aspira a poner en marcha una empresa que evolucione a la misma velocidad que la red, una empresa verdaderamente adaptable. De este modo, fue incorporando ventajas a su modelo, manteniendo la innovación.
3. Ir “contracorriente”. La innovación permite a compañías con larga trayectoria superar situaciones de crisis o recesión del sector, e ir contracorriente, manteniendo sus señas de identidad. Un buen ejemplo es The Economist, fundada en 1843. El "nicho" que ocupa le ha permitido cobrar suscripciones caras y, a diferencia de sus competidores, no ofrecer descuentos.
4. Iniciar “revoluciones mentales”. La caída de los costes de comunicación y la globalización abren la industria a competidores con costes muy bajos. Los editores necesitaban una red física de distribución: los bloggers, no. Los innovadores tienen que dejarse aconsejar por personas que, como ha escrito Hamel (2009), “nunca han aprendido lo que se supone que no deben hacer”.
5. Mejorar el marketing y la publicidad. Los anunciantes exigirán más conocimiento de su público objetivo y esperarán respuestas más precisas sobre la eficacia de sus campañas. Vender espacios no será suficiente: hará falta poner en marcha sofisticadas organizaciones de marketing para servir mejor a los anunciantes.
6. Generar experiencias novedosas. Las experiencias han estado siempre en el eje del entretenimiento, desde las obras de teatro y los conciertos a las películas y series de televisión. Los medios, atrapados en la sabiduría convencional de sus mercados, no ofrecen sorpresas, dentro de un menú previsible donde los éxitos se repiten de manera sistemática. ¿Dónde está el Starbucks de los medios?
7. Difundir en múltiples plataformas. Lost es, sin duda, uno de los grandes éxitos de la industria del entretenimiento en los últimos años. A pesar de ser una serie de televisión convencional, aprovechó como pocas la distribución de DVD y el universo de Internet. Las descargas y los "spoilers" fueron herramienta obligatoria para seguir la serie.
8. Aprender de las redes sociales a fomentar la participación. Facebook, Twitter o YouTube nos dicenque el vídeo es imprescindible. Nos indican que los ciudadanos se han convertido en productores de contenidos, dando nuevo énfasis a la participación, la comunidad y la colaboración. Los medios pueden y deben aprender.
9. Ir por delante con contenidos que ennoblecen. Los medios tienen responsabilidad social, deben "construir" su comunidad y dignificar las conversaciones y debates públicos. Los comportamientos degradantes y "amarillistas" están "out".
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