Lo que sucede en ciertos medios parece la crónica de una muerte anunciada. Algunos son fácilmente sustituibles, porque carecen de diferenciación y dan noticias obsoletas. A veces, el sector es poco autocrítico y se resiste a los cambios, amparándose en la relevancia social y política que siempre tendrán los medios de comunicación.
La industria de los medios se apoya en la tecnología y su destino está vinculado a la evolución tecnológica. Los avances de la tecnología son beneficiosos, porque de ellos surgen productos y servicios y, como consecuencia, crecimiento y satisfacción de las necesidades de los públicos.
En el blog pensamos que los medios con más calidad e identidad, los más locales, los digitales, los móviles y los que eviten repetir las noticias de ayer tienen futuro. Los que no se transformen no deberían limitarse echar las culpas a la crisis: los iPads y los Kindles, por ejemplo, tienen buenos índices de venta.
El futuro de la industria de los medios pasa por cambiar...sin perder de vista lo esencial. En esta línea va también este vídeo elaborado por El País, que cuenta con las opiniones de profesionales de empresas como Google, The Economist, Hearst, Die Zeit o Facebook, que han tenido que pensar mucho sobre las implicaciones de la revolución digital.
La industria de los medios se apoya en la tecnología y su destino está vinculado a la evolución tecnológica. Los avances de la tecnología son beneficiosos, porque de ellos surgen productos y servicios y, como consecuencia, crecimiento y satisfacción de las necesidades de los públicos.
En el blog pensamos que los medios con más calidad e identidad, los más locales, los digitales, los móviles y los que eviten repetir las noticias de ayer tienen futuro. Los que no se transformen no deberían limitarse echar las culpas a la crisis: los iPads y los Kindles, por ejemplo, tienen buenos índices de venta.
El futuro de la industria de los medios pasa por cambiar...sin perder de vista lo esencial. En esta línea va también este vídeo elaborado por El País, que cuenta con las opiniones de profesionales de empresas como Google, The Economist, Hearst, Die Zeit o Facebook, que han tenido que pensar mucho sobre las implicaciones de la revolución digital.
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