Como dice Rosabeth Moss Kanter en uno de sus últimos post, a la hora de innovar, moverse es siempre mejor que estar quieto.
De hecho, las compañías en retroceso tienen culturas que priman la pasividad: las decisiones se retrasan, nadie se arriesga a cometer errores y resulta más fácil esperar órdenes que entrar en acción.
Hay unas pocas razones:
- Los éxitos pequeños tienen su importancia; preparan el terreno para los grandes.
- Generalmente, los grandes logros se consiguen a trozos: en forma de pequeñas dosis con las que se desarrollan, poco a poco, los proyectos e iniciativas: "A journey of a thousand miles is daunting. The single step with which the journey begins is manageable".
- La perfección es inalcanzable. Por eso, olvídate de ser perfecto. Simplemente actua: si te equivocas, siempre podrás intentarlo de nuevo, con el aprendizaje obtenido tras tus errores ("In an uncertain world of rapid change, business strategy includes room for improvisation").
- Actuar genera energía y te hace coger impulso y velocidad.
Interesante perspectiva.
MÁS EN:
http://blogs.hbr.org/kanter/2011/03/four-reasons-any-action-is-bet.html
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