No es que los cambios sean una novedad en la industria de la comunicación, que camina al ritmo del desarrollo tecnológico desde Gutenberg. Pero las transformaciones del último lustro han desestabilizado por completo a los medios y sus directivos. El sector gozaba de amplios márgenes de beneficio. La presencia de barreras de entrada dificultaba el desarrollo de los competidores, y varios mercados eran, de hecho, oligopolios. El declive de las audiencias había comenzado hace tiempo, pero en plena bonanza publicitaria, la rentabilidad parecía asegurada.
La gratuidad y el desarrollo de Internet hicieron que bajara el valor de los contenidos. Los sustitutos abundaban. Los públicos “consumidores” podían encontrar información y entretenimiento a menudo sin coste, y empezaron a huir de los medios. El sector se vio golpeado por la crisis de septiembre de 2008, y tuvo singular impacto en el crecimiento y, con él, en la publicidad. Se produjo la crisis dentro de la crisis. La necesidad de soluciones audaces se hizo más apremiante en un contexto con menos recursos para afrontar los cambios.
Pero la crisis de los medios no es sólo una crisis económica. Es también el resultado de la desconexión con los públicos y la resistencia al cambio. Es una crisis creativa. Seguiremos investigando la crisis y los cambios que son necesarios para aprovechar esta oportunidad de "reinventar" la industria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario