Se trata, sin más, de un anuncio que promociona Motrin como analgésico para sobrellevar los dolores y pesares de sacar adelante a un niño recién nacido. El anuncio en cuestión no gustó mucho a su público objetivo que, movilizado a través de Twitter, provocó que Johnson&Johnson lo retirase a los pocos días. Además de cierto revuelo en la prensa y en la web de la empresa.
El caso, de una dimensión relativa, proporciona algunas lecciones sobre la importancia de escuchar a los consumidores y la utilidad de la web, con su carácter cada día más conversacional, para realizar esa interacción con ellos y hacer una primera investigación de mercados bastante certera.
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