El Wall Street Journal (7 de noviembre) informa de cómo Moscú se ha convertido en uno de los mayores mercados europeos de publicidad exterior. Algunas zonas de la ciudad se han transformado en un mosaico de anuncios de todos los colores y tamaños, al más puro estilo Times Square. La saturación, especialmente grave en distritos turísticos e históricos, avergüenza a algunos moscovitas. Numerosas voces reclaman el necesario equilibrio. Un ejemplo más de la necesidad de hacer publicidad que sea sostenible.
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