La transformación de tendencias emergentes en productos y servicios no siempre asoma la patita con facilidad. Sin embargo, nada mejor que cuotas de mercado para constatar la necesidad de las empresas de investigar en esta línea. Un ejemplo: el consumo de alimentos funcionales, -aquéllos que ayudan a controlar el colesterol, perder peso y mejorar la salud gastrointestinal- se ha multiplicado por 5 en los últimos años, pasando de un 5% en 2003 a un 26% en 2007. La razón, el creciente interés de los consumidores por el cuidado de la salud y el bienestar corporales. Los líderes mundiales de la alimentación han tomado buena cuenta de ello, y compañías como Danone, Nestlé, Unilever o Kellog's han sabido jugar bien su baza de la innovación, ganando en ventaja competitiva en los mercados en los que operan.
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